Hace un par de semanas visité la comarca de O Incio, ubicada en la provincia de Lugo, muy cerca de Samos, conocido por su famoso monasterio. He tomado unas fotografías y aquí las coloco para que podáis observar lo bonito que es el interior de esta provincia, un poco olvidada de la mano de los «dioses» terrenos, pero en la que sin embargo la Naturaleza irradia hermosura por doquier. Esta zona de montaña posee una gran cantidad de castaños centenarios, que han sido testigos con su silencio y nobleza del paso de distintas generaciones humanas por la vida. Los pastores de ganado se sentaron a su lado, los niños jugaron en sus ramas; son árboles de gran diámetro cuya apreciada madera es capaz de durar sin deterioros más de la vida de un hombre. Castaños que perviven al paso del tiempo, como todo lo bueno que dictamina la Madre Naturaleza.