La laguna de Valverde se vuelve más bonita en primavera y verano, con sus vivos colores, aunque se pierde diversidad en relación al invierno, sobre todo en lo que respecta a la avifauna. Con un poco de paciencia, en un día como hoy se pueden observar los azulones chapoteando en el agua, después de la cría de los polluelos en el mes de abril, las gallinetas con su oscilante movimiento, los zampullines chicos con su bello plumaje estival y algún despistado porrón moñudo muy de tarde en tarde. Se escucha el rascado persistente de algún rascón de vez en cuando, y en los árboles próximos al agua los cantos repetitivos del ruiseñor bastardo, del pinzón vulgar y de algún carbonero común.
Pero, a pesar de que no había prácticamente aves sobre el agua, he podido obtener bonitas fotografías que atestigüan la belleza de este humedal en el buen tiempo, y que comparto en esta entrada.