Adoro la edición de la editorial Valdemar de la novela infantil El viento entre los sauces, escrita por el escritor escocés Kenneth Grahame en el año 1908. Originalmente comenzó como un relato que Kenneth escribió a su hijo de cuatro años Alistair, cuando su madre tuvo que ausentarse durante cierto tiempo de su compañía.
Se trata de un relato en el que se plasma el ambiente bucólico de la campiña inglesa, la vida rural sencilla, cargado de poesía, camaradería entre los personajes, que son todos animales, amistad, humor y aventura. Un compendio de valores educativos para los niños y con lectura inclusiva para los adultos. Al igual que pasa con clásicos como El principito o Winny de Pooh, admite la lectura de una persona de mayor edad, y en este caso, se observa en los personajes la representación fidedigna de la sociedad clasista que había entonces y que todavía pervive.
En conjunto, los personajes viven libres de grandes preocupaciones, lo que me recuerda la fabulosa edad de la infancia, en la que los humanos no sufrimos los grandes problemas de la edad adulta (ganarse la vida, la salud, la conciliación de vida personal y laboral, el sexo).
Con todo, esta preciosa novela, que fue adaptada al cine y a los dibujos animados en numerosas ocasiones, con las maravillosas ilustraciones originales de E. H. Shepard, aunque otros muchos ilustradores se atrevieron con el reto, y cuya publicación fue inicialmente rechazada por varias editoriales, se convirtió por derecho propio en una de los relatos infantiles de culto más republicados y leídos durante el siglo XX.
Créditos de las imágenes: El viento entre los sauces, Kenneth Grahame. Editorial Valdemar.
Bellísimas ilustraciones.
Son preciosas.